Aunque la Fellow Stagg EKG está diseñada para durar, como toda pava eléctrica, necesita una limpieza regular para seguir funcionando bien, lograr consistencia en tus preparaciones y cuidar tu salud. Con el uso diario, especialmente si el agua es demasiado dura (con mucho contenido mineral), es normal que se vaya acumulando sarro en el interior debido a los cambios constantes de temperatura. Ese sarro no sólo puede afectar el sabor del agua y de lo que prepares con ella, sino también interferir con el sensor de temperatura, hacer que la pava tarde más en calentar, o incluso reducir su vida útil.
Además, si no se limpia por dentro pueden formarse manchas, o residuos minerales en el pico vertedor, que afectan el flujo del agua y la precisión al verter (clave si hacés café filtrado en métodos drip).
La buena noticia es que se puede limpiar fácil y sin productos químicos agresivos: solo con vinagre blanco o ácido cítrico, dos métodos naturales y efectivos que ayudan a mantenerla impecable por dentro sin dañar sus componentes.
Te dejo los pasos a seguir para mantener tu Fellow Stagg EKG en las mejores condiciones:
Limpieza exterior (diaria o semanal):
- desconecta la base de la corriente
- repasar la superficie de nuestra pava con un paño húmedo será más que suficiente, siempre evitar humedecer las conexiones eléctricas. lo mismo con la base
- ninguna de las piezas de nuestra Fellow Stagg EKG es sumergible ni apta lavavajillas, así que evita hacerlo, podría causar daños irreparables en tu equipo.
Limpieza interior y descalcificado (cada dos semanas, o una vez al mes)
- Mezclá 1 parte de vinagre blanco con 2 partes de agua (por ejemplo, 250 ml de vinagre + 500 ml de agua).
- Llená la pava con esa mezcla.
- Calentá hasta 100 °C y dejá reposar unos 30–60 minutos.
- Vaciala y enjuagala varias veces con agua limpia.
- Herví agua limpia y descartala antes de usarla de nuevo para eliminar el olor a vinagre.
Con el ácido cítrico seguiremos el mismo procedimiento que con el vinagre, solo que usaremos 10grs (o una cucharada) cada medio litro de agua. Si soles usar tu pava con aguas duras (como la de la canilla), esta limpieza debe hacerse cada dos semanas. Si por el contrario soles usar solo agua filtrada o embotelladas de baja mineralización, una vez al mes seguro sea más que suficiente.